Siempre me ha gustado escribir, desde que era pequeño
me servía tanto para comunicar, como para dejar ir aquello que no podía decir a
todos, porque el hecho de escribir ayuda a desahogar, a recordar, a transmitir.
El lenguaje, la escritura representó el inicio de una nueva era, una nueva era
en la que éramos capaces de comunicarnos, de dejar un legado, de poder saber
qué pensábamos y que es lo que nos había sucedido.
En fin, no les quiero hablar acerca de la historia de
la escritura, les quiero hablar del amor que se le debería de tomar y el
respeto que se le debería de tener, escribir, me sirve, te sirve, nos sirve, ¿para
qué? Para todo, el poder de la letra toma alturas indeterminables, y
absolutamente increíbles. Cuenta historias, pasa secretos, transmite
conocimientos y nos crea sentimientos, es algo simplemente fenomenal y el hecho
de no practicarla para mi sería un desperdicio del ser humano.
El ser humano tiene la necesidad de expresarse, de
transmitir a alguien más sus pensamientos, sentimientos, secretos e historias,
es por eso que he decidido crear éste espacio, porque como ustedes sabrán o por
lo menos sospecharán, soy un ser humano y me gusta transmitir, plasmarlo, ya
sea en fotografías, poemas, dibujos, reflexiones, ensayos, en lo que sea, me
gusta hacerlo. De ésta necesidad y sobre todo gusto nace expresiones del ser,
en dónde les presentaré una parte del alma en cada contenido escrito o audiovisual
que les pueda mostrar, claro todo esto con la esperanza de que éste emisor,
tenga por lo menos uno que otro receptor.