Al
aprender, emprender, experimentar, estoy plenamente consiente de que mis pasos
serán torpes, es porque estoy haciendo es algo nuevo, en algún momento de mi
vida alguien me dijo “ siempre haz caso de lo que se te ordena y jamás serás tú
el que se equivoca” tal vez no es un mal consejo, sin embargo, no es un consejo
para mi, porque me gusta equivocarme, me gusta tropezar y aprender de lo bueno,
y más aprender de lo malo, no porque me guste sufrir, sino porque es la manera
en la que más acumulo experiencia. Por supuesto alguien que no intenta nada
nuevo, jamás se equivoca, pero cuál es la diferencia y ¿Qué hace a esto algo
positivo?, personalmente creo que lo fructífero de esto, es la decisión, ya que
si realmente estás decidido no importa el número de ocasiones en las que
caigas, siempre llegarás a tu meta, y si no llegas a esa meta es por algo, y
por lo menos el aprendizaje a través de dicha jornada será bastante, o bueno,
tal vez no sea mucho, pero será, y seguramente nos va a ser útil para situaciones
futuras y momentos de decisión en nuestras vidas. Estos errores y estas primeras
experiencias generalmente suceden, nadie nace siendo un experto para nada, incluso
aquellos talentosos tienen que desarrollar y trabajar ese talento, sin embargo,
también algo que tiene que suceder es que con perseverancia, paciencia,
decisión y muchas ganas, estos errores dejarán de ser cometidos y tarde o
temprano todo se desarrollará de manera distinta, aunque sinceramente espero
jamás dejar de equivocarme, porque estoy plenamente consiente de que jamás
quiero dejar de aprender y aunque quisiera jamás lo dejaría de hacer, es parte
de nuestra naturaleza (tanto aprender como equivocarse), lo que realmente en su
mayor parte depende de mi, es cuanto quiero aprender. Es por esto que me gusta
decir que soy un hombre de pasos torpes pero decididos.
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