El bienestar se pierde cual cántico alegre en la penumbra de mi conciencia, olas gigantes de oscuridad acechan con devorar el último vestigio de luz. Decepción, aberración, un río de sal, de labios partidos e ilusiones marchitas, la apatía cual pecado capital sentir culpa me provoca, pero no hay más que pensar, ni que sentir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario